¿Qué es realmente el “plástico”?

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¿Qué es realmente el “plástico”?

Una palabra, muchos significados

La palabra “plástico” es tan común en nuestro vocabulario que rara vez nos detenemos a pensar qué significa en realidad. Vivimos rodeados de productos hechos “de plástico”, y a veces hasta se habla del “problema de los plásticos” como si se tratara de un enemigo invisible.

Pero, ¿sabías que su verdadero significado es mucho más amplio (y más interesante) de lo que parece?

Cuando escuchamos la palabra “plástico”, de inmediato pensamos en objetos de uso cotidiano: botellas, bolsas, cubetas, envases, entre muchos otros. Y es que vivimos rodeados de artículos fabricados con este tipo de materiales, lo que hace casi imposible imaginar un mundo sin ellos.

La industria del plástico es, de hecho, una de las más importantes a nivel global. En muchos países representa un pilar económico clave, con un crecimiento constante en innovación, transformación y reciclaje. Pero, ¿sabías que el término “plástico” no siempre se utilizó para referirse a estos materiales?

Una palabra con raíces moldeables

La palabra “plástico” proviene del griego “plastikós”, que significa “moldeable”. Desde su raíz etimológica, no se trataba de un sustantivo, sino de un verbo, que describe la capacidad de un material para ser moldeable.

Bajo esta definición, podemos decir que cualquier material capaz de ser moldeada —como la arcilla, el vidrio en estado líquido, el acero fundido, la masa para hacer pan, incluso nuestro cerebro— tiene propiedades plásticas. Es decir, que pueden moldearse.

¿Y entonces por qué llamamos plástico al plástico?

Lo que hoy llamamos “plástico” son materiales que nacen de una combinación de polímeros y aditivos mediante un proceso químico. Al llevar a cabo las reacciones químicas en un reactor, obtenemos resinas plásticas como el polietileno, polipropileno, poliestireno cristal y muchos más.

Estas resinas, una vez enfriadas y moldeadas, se convierten en los productos que usamos a diario: envases, utensilios, juguetes, piezas automotrices, empaques y mucho más.

Por eso, cuando decimos “vaso de plástico”, lo apropiado es decir “vaso hecho con polietileno”. Pero resulta muy largo.

¿Por qué usamos “plástico” como sustantivo si es un verbo?

Es común en muchos idiomas que algunas palabras cambien su categoría de verbos a sustantivos. Por ejemplo, del verbo “crecer” obtenemos el sustantivo “crecimiento”; y de “estacionar”, “estacionamiento”. Lo mismo ha pasado con “plástico”: pasó de ser un verbo a un sustantivo ampliamente aceptado.

Pero en otras ocasiones no es correcto obtener verbos como “eficientar” del sustantivo "eficiente".

Sin embargo, en términos técnicos, lo correcto sería hablar de materiales plásticos, o resinas plásticas, en lugar de simplemente “plástico”.

Plástico en otras disciplinas

El término también ha sobrevivido en expresiones como “artes plásticas”, que agrupan a disciplinas donde se trabaja con materiales moldeables (como el barro, el yeso o incluso el color en la pintura). O en la “cirugía plástica”, que no se refiere al uso de materiales sintéticos propiamente, sino a la capacidad de modificar la forma del cuerpo.

¿Y qué pasa con los “plásticos de un solo uso”?

Ahora que conoces el verdadero significado del término, es interesante reflexionar sobre las campañas que critican el “plástico de un solo uso”. ¿Se refieren realmente al material, o al objeto fabricado? Y más importante aún, ¿estamos apuntando correctamente los esfuerzos para resolver el problema ambiental?

Esa es una conversación que vale la pena continuar.

¡Hasta la siguiente publicación!